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La recuperación de adicciones es un viaje profundamente personal y a menudo desafiante. Tras mi internamiento por consumo de sustancias, decidí extender la abstinencia de relaciones sugerida de 3 meses y me autoimpuse un año de aislamiento social, simplemente por el deseo de seguir conociéndome. Sin saberlo, estaba entrando en lo que se llama "La etapa del ermitaño", un período de introspección que elimina distracciones externas para obtener una visión más clara de uno mismo y del mundo. Durante esta fase de retiro y aislamiento autoimpuesto, me enfoqué intensamente en mi crecimiento personal y sanación interior. Este aislamiento no aplicó a mi visita semanal a psicoterapia ni al contacto con mi familia nuclear.
La etapa del ermitaño es un tiempo invaluable de autorreflexión y autodescubrimiento, donde se cultiva una profunda conexión con el yo interior. En este periodo, se disminuye significativamente la interacción social para minimizar distracciones y centrarse en el crecimiento personal. Se identifican pensamientos, emociones y patrones de comportamiento que pueden haber pasado desapercibidos en la vida cotidiana. Este proceso permite una mayor claridad mental, el desarrollo de una mayor autoaceptación y la construcción de una base sólida para una vida más equilibrada y consciente.
Autodescubrimiento y Reflexión: La etapa del ermitaño me permitió tomarme un tiempo adicional para reflexionar sobre mi vida, mis elecciones y mi futuro. Este espacio de introspección fue crucial para comprender las causas ocultas de mi adicción.
Reducción de Estímulos Negativos: Alejarme de entornos y relaciones que desencadenaban mis comportamientos adictivos (los que llegan antes del consumo) fue fundamental. El aislamiento temporal autoimpuesto me proporcionó la tranquilidad necesaria para estabilizarme emocionalmente y evitar situaciones de alto riesgo.
Reevaluación de Valores y Prioridades: Este período de examen interno me ofreció una oportunidad de reconsiderar y reajustar prioridades y valores personales. Al enfocarme en lo que realmente me importa, me pude alinear mejor a mis acciones y decisiones futuras con objetivos de vida a largo plazo.
Fortalecimiento de la Autoestima: Al dedicar tiempo a actividades que promueven mi bienestar personal, como la yoga, la meditación, el ejercicio, la lectura, el estudio, pude construir aún mas mi autoestima y autoconfianza, elementos esenciales para una recuperación duradera.
Es importante mencionar que nada de esto fue planeado; fueron acciones y necesidades que surgieron espontáneamente, impulsadas por la claridad mental que la abstinencia proporciona, y que ahora, las veo como parte de un cúmulo de decisiones acertadas que he tomado durante mi proceso de recuperación.
Aunque la etapa del ermitaño puede tener muchos beneficios, también presenta ciertos riesgos cuando no se maneja adecuadamente. Por ejemplo: un aislamiento prolongado puede llevar a la soledad y a la desconexión social, lo cual puede ser perjudicial para la salud mental y emocional. Por esto, es crucial encontrar un equilibrio y asegurarse de mantener algún nivel de interacción social. También, la falta de apoyo es otro riesgo importante, ya que la recuperación de una adicción requiere apoyo continuo y alejarse demasiado de redes de apoyo, tales como: grupos de recuperación, familiares o un terapeuta especialista en adicciones, puede dificultar el proceso de mantenerse sobrio.
Finalmente, sin una guía adecuada, como la que proporciona un especialista en adicciones, la persona puede quedarse estancada en esta fase, sin avanzar hacia la reintegración en la vida cotidiana y social, lo cual es esencial para una recuperación digna y completa.
En pocas palabras, la recuperación de las adicciones es un viaje personal y desafiante. La etapa del ermitaño, aunque no es una experiencia universal, puede ofrecer un valioso tiempo para el autodescubrimiento y la sanación. Es crucial recordar que el aislamiento no es una solución para un largo plazo, el equilibrio es clave. Para quienes atraviesan esta etapa, es fundamental buscar apoyo y orientación de profesionales, y mantenerse en contacto con una red de apoyo confiable, como tu familia nuclear y un terapeuta especializado en adicciones, para asegurar el progreso en tu camino hacia la recuperación.
Si conoces a alguien que está pasando por esta fase: ofrecer comprensión, apoyo y compañía, respetando su necesidad de tiempo a solas, puede ser de gran ayuda. La empatía y el apoyo adecuados pueden hacer una gran diferencia en el éxito de su recuperación. Como mencioné al principio, esto es algo que yo viví, que me funcionó y lo transmito con el propósito de que le sirva a alguien más. Para terminar, no está de más repetir, este aislamiento no aplicó a mi visita semanal a psicoterapia con especialista en adicciones, ni al contacto con mi familia nuclear.
¡Hola! Soy Fernando Oviedo, consejero e intervencionista familiar especializado en adicciones ubicado en la ciudad de Guadalajara en Jalisco, México. Con mi experiencia personal, formación académica y apoyo emocional, te acompañaré en tu camino hacia la recuperación y el fortalecimiento de los lazos familiares. Juntos, podemos crear un camino hacia la sanación y la esperanza. ¡Contáctame hoy para dar el primer paso hacia una vida sana y armoniosa! 🌟🤝🏠
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